Pero que razón tenía.
Ya es muy tarde y debería estar dormida pero, este sentimiento no me dejá pegar ni las pestañas.
Hoy, perdí algo que, no sé que es, tal vez un poco de inocencia y credibilidad. También, aquellá esperanza de que los sueños se pueden hacer realidad.
Hoy, le perdí el amor a los demás.
Mi mejor amigo mató, la confianza y la fé que había en nuestra gran amistad.
"Que lastima, se nos murió el amor".
Sin darse cuenta, la dejó desangrar en sus brazos sin si quiera tratar de reanimarlá; la aventó al suelo y ahí, la dejó a la pobrecita muriendo lenta y dolorosamente sin que nadie la pudierá auxiliar.
Es horrible. Sientó que una parte de mí esta vacía, y que nunca jamás la podre llenar. Fue un golpe muy bajo para mí, no lo miraba venir.
"Y aunque quiero creer, a estas alturas, ya me es imposible".
Mi madre me lo decía, que tarde o temprano esto pasaría, yo no le creía, pues pensaba que mentía. Ahora lo comprendo y solo digo: pero que razón tenía.
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